Clichés sobre Francia: ¿mitos o realidades?

Es bastante común que todos los países tengan sus clichés. Algunos pueden ser ciertos y otros pueden ser falsos. Pero, ¿qué es un cliché? El cliché es una creencia que parte de un hecho que pudo haber sido real en algún momento de la historia y tuvo un impacto tal que la gente lo empezó a creer como si se cumpliera a cabalidad. Eventualmente, esta creencia cruza fronteras y se vuelve casi un hecho dado por verídico. A continuación veremos algunos de los más famosos clichés sobre Francia, así como sus orígenes y el por qué siguen perdurando en el tiempo. 

Clichés sobre Francia

Cuando no se conoce sobre algún país o no se ha tenido la oportunidad de viajar y conocerlo de primera mano, podemos formarnos opiniones o dar nuestro punto de vista basado en cosas que hemos escuchado, visto o leído. Esta falta de información es la que refuerza los clichés. Sigue leyendo para que confirmes por ti mismo si lo que pensabas sobre Francia es verdad o mentira.

Los franceses siempre tienen mal olor

Sin duda alguna este es uno de los clichés sobre Francia más conocidos en el mundo. Es muy probable que por lo menos alguna vez en tu vida hayas escuchado que los franceses no se bañan y tienen mal olor. Esto se relaciona mucho con el hecho de que sean grandes hacedores de perfumes. Sin embargo, ¿de dónde viene esta creencia? Existen tres razones:

1. En la Edad Media arrojaban sus desechos por las ventanas

Durante ese momento de la historia, las medidas higiénicas no eran muy sofisticadas que digamos. No importaba qué tipo de desecho fuera, todo era arrojado por las ventanas de sus casas, castillos, etc. Ya te podrás dar una idea del olor de los caminos en esa época.

2. El Rey Luis XIV tiene gran parte de la culpa

El llamado Rey Sol y toda la corte que vivía en el Palacio de Versailles andaban muy despreocupados haciendo sus necesidades donde quisieran. El olor del palacio en esa época era bastante desagradable y para esconder la fetidez, el rey ponía perfumes por todas partes con el fin de disfrazar los olores. 

3. Además, no se bañaban con mucha regularidad

Otra de las cosas que no hacía el Rey Luis XIV y su corte era bañarse con agua caliente. Para la época, se creía que esta enfermaba a las personas. Por ello, mucha gente optaba por no hacerlo sino cada cierto tiempo. 

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Por supuesto, todo esto ha cambiado hoy en día. La gente ya no tira sus desechos donde les plazca. Además, lo de que el agua enferma ha quedado en el olvido y los franceses sí se bañan y se preocupan por su higiene personal.

Los franceses son de piel blanca y rubios

Si bien una gran parte de la población francesa corresponde con esta descripción, no todos los franceses son así. La diversidad de cabello, ojos, apariencia y tipo de piel en Francia es enorme. La historia del país y de Europa en general con sus diferentes migraciones y colonizaciones rompe de una vez por todas el cliché sobre la apariencia de los franceses. Si alguna vez viajas a Francia, dependiendo de la región, encontrarás mucha diversidad y multiculturalidad.

Los franceses van siempre a la moda

Este cliché puede aplicarse para toda Francia, pero irremediablemente esto nos lleva hacia París. Mucho se hablado, visto y escuchado sobre que la gente en esta ciudad es muy elegante y bien vestida. Esto de cierta forma es verdadero. En todo el mundo, la gente pone atención en la manera en que viste, pero el francés y en especial el parisino o parisina no va a salir a la calle o al super en pijamas. Y si a eso le agregamos el hecho de que París es considerada la capital mundial de la moda, no queda de otra que decir que, en este caso, este cliché se acerca bastante a la realidad. 

Los franceses siempre se visten con boinas y polos de rayas

Esto es completamente falso. Si bien es cierto que hay gente que sí utiliza polos de rayas durante el verano o personas que visten con boinas en el invierno o los señores de edad adulta que la utilizan casi todos los días, no lo hacen en verano o en primavera cuando la temperatura asciende a 30 grados. Ningún nativo hace eso. El origen de este cliché puede tener su base en la idealización que se tiene sobre la vestimenta de los franceses, perpetuada en películas y series.

¿Conoces otros clichés sobre Francia que quieras compartir con nosotros? ¡Déjanoslo saber en los comentarios!

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