El verlan: el francés al revés
El francés, como cualquier lengua viva, está en constante evolución. Entre sus múltiples variantes, una de las más peculiares y reconocibles es el verlan, una jerga que consiste en invertir el orden de las sílabas de las palabras para crear nuevas formas de expresión. Aunque a primera vista pueda parecer un simple juego lingüístico, el verlan tiene raíces históricas, sociales y culturales profundas, y su influencia se extiende desde la calle hasta el cine, la música y la literatura. ¡Descubre con nosotros el verlan: el francés al revés!


El verlan: el francés al revés: origen
El término “verlan” proviene de la propia jerga: es la inversión de la palabra l’envers (“al revés”). Aunque el fenómeno de invertir sílabas existe desde hace siglos en francés (ya en el siglo XVI se documentan juegos de palabras similares en canciones populares), el verlan moderno empezó a consolidarse en el siglo XX, particularmente durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

En sus inicios, era utilizado como código para ocultar el significado de las conversaciones, especialmente en contextos delictivos o marginales. Durante los años 70 y 80, se popularizó entre la juventud urbana de los suburbios franceses, en parte gracias a la influencia de la cultura hip-hop y de las comunidades inmigrantes, convirtiéndose en un marcador identitario.
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Construcción
El verlan se basa en la inversión del orden de las sílabas, aunque no siempre de manera literal. A veces, para facilitar la pronunciación, se eliminan o se añaden sonidos.

Ejemplos clásicos:
- fou (loco) → ouf
- femme (mujer) → meuf
- bizarre (extraño) → zarbi
- police (policía) → lice-po → keuf (forma muy reducida)
- lourd (pesado) → relou
- mari (marido) → rimé
- voiture (coche) → turvoi (poco común, pero construido de la misma manera)
En algunos casos, una palabra ya verlanizada se vuelve a invertir, lo que se llama reverlanisation. Por ejemplo, verlan → lanver → vuelve a ser verlan.
Uso
El verlan fue y sigue siendo particularmente usado por jóvenes de entornos urbanos y suburbanos, aunque su presencia se ha filtrado a todos los estratos sociales gracias a los medios de comunicación y la cultura pop.
Actualmente, su uso más intenso se encuentra en:
- Conversaciones informales entre jóvenes.
- Letras de canciones de rap y hip-hop francesas.
- Series y películas que buscan retratar la vida urbana con autenticidad.


Aunque algunas palabras verlanizadas se han “normalizado” y forman parte del lenguaje cotidiano, el verlan como sistema creativo de inversión no es tan masivo como en los 80 y 90. Hoy, muchas expresiones ya no se perciben como jerga, sino como palabras estándar.
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El verlan: el francés al revés: impacto cultural
El verlan no solo es un fenómeno lingüístico, sino también cultural. Ha servido como símbolo de identidad y resistencia, especialmente para las generaciones jóvenes que han querido diferenciarse del lenguaje formal y, en cierto modo, de las normas impuestas.
En el cine, películas como La Haine (1995) y Banlieusards (2019) retratan el uso del verlan como parte esencial del habla de los suburbios. En la música, artistas como MC Solaar, IAM o NTM han jugado con el verlan en sus letras, contribuyendo a su difusión.


En la literatura, ciertos autores contemporáneos han incorporado expresiones verlanizadas para dar autenticidad a los diálogos. Además, el verlan ha influido en la moda, la publicidad y hasta en el humor, convirtiéndose en un guiño cultural reconocido incluso por quienes no lo usan habitualmente.
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Del argot a la norma: palabras que trascendieron el verlan
Algunas palabras creadas en verlan se han asentado tanto que han perdido su carácter de jerga y forman parte del francés cotidiano. Entre las más comunes:
- Meuf → mujer (de femme).
- Ouf → loco, increíble (de fou).
- Relou → pesado, molesto (de lourd).
- Keuf → policía (de flic → keufli → keuf).
- Chelou → raro, sospechoso (de louche).
Estas palabras han aparecido en titulares de prensa, campañas publicitarias e, incluso, en discursos políticos dirigidos a conectar con los jóvenes. Así, el verlan, que empezó como un lenguaje secreto, ha pasado a ser parte del francés contemporáneo, más allá de la informalidad.

El verlan: el francés al revés
El verlan es mucho más que un juego de sílabas: es un espejo de la evolución social, cultural y lingüística de Francia. Nació como un código, creció como símbolo de identidad juvenil y hoy convive entre la jerga y el lenguaje común. Su permanencia, aunque con menor intensidad que en décadas pasadas, demuestra la capacidad del idioma para reinventarse y absorber elementos de la creatividad popular. En definitiva, el verlan es una prueba viva de que las lenguas, como las culturas, nunca dejan de moverse… incluso si es al revés.
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