Grandes historias de amor francesas
Francia es un país que rebosa de amor por todos lados. Su idioma, su gente y su arquitectura han hecho del país galo uno de los lugares donde el romanticismo ha hecho su nicho. Sea por esfuerzo propio o por situaciones fortuitas, es inevitable referirnos a Francia y a su idioma como el lenguaje del amor. Haciéndole honor a esta tradición, hemos recopilado para ti una pequeña selección de grandes historias de amor francesas que sabemos te encantarán. Dale una oportunidad al amor y aventúrate con nosotros. Allez, les amoureux !
El amor y Francia: una relación indivisible
A continuación te presentaremos 3 grandes historias de amor francesas que te deleitarán y te harán querer enamorarte del idioma y de toda una cultura. ¡Vamos allá!
Luis XV y Madame de Pompadour
Luis XV y Madame de Pompadour son los protagonistas de una historia de amor en Francia que tiene a Versalles como escenario de su pasión. El rey Bien Amado, como se le llegó a conocer, se enamoró de esta preciosa joven y le otorgó el título de Marquesa. Además, la convirtió en su amante favorita y la instaló en el ostentoso Palacio de Versalles. Aunque su relación íntima llegó a su fin en 1751, Madame de Pompadour seguiría muy cercana a Luis XV, siendo su confidente y amiga hasta el día de su muerte.
Grace Kelly y Rainiero III de Mónaco
Una de las parejas más célebres de la Costa Azul es Grace Kelly y Rainiero III de Mónaco. La joven actriz estadounidense decidió dejar su carrera a los 27 años para casarse con el flamante príncipe Rainiero en Mónaco. Debido a su gran amor y su imborrable huella, Kelly se convirtió en una leyenda inolvidable del Principado. Tanto es así que se puede descubrir y conocer este pequeño territorio a orillas del mar Mediterráneo gracias a un recorrido llamado Grace de Mónaco. A lo largo de los 5.5 km y 25 etapas, es posible empaparnos del enorme vínculo que perduró y perdura en el tiempo entre la princesa y Mónaco.
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Napoleón III y Eugenia de Montijo
Napoleón III, último monarca de Francia, y Eugenia de Montijo, aristócrata española, protagonizan una historia de amor bastante fuerte. El cariño entre ellos era tal que Napoleón III le mandó construir a su amada un palacio en Biarritz, un pequeño pueblo de pescadores donde a la emperatriz le encantaba pasar sus vacaciones. Hoy en día, aquella residencia imperial, la cual fue construida en forma de E en homenaje a Eugenia, ha sido transformada en un hotel de lujo. Su impresionante vista al mar y su gran estilo Segundo Imperio, posicionan al Hotel du Palais en uno de los sitios más románticos de Francia.