La curiosa historia del calendario republicano francés con semanas de 10 días
La Revolución Francesa fue un hecho histórico que trajo consigo una inmensa cantidad de cambios. Sin embargo, existe una de la que poco (o nada) hemos escuchado: la aplicación de un nuevo calendario. El 5 de octubre de 1793, la Convención Nacional Francesa decretó poner en marcha un nuevo calendario republicano francés, el cual había sido diseñado por astrónomos y matemáticos. La intención de esta novedosa propuesta era hacerlo más racional, adaptándose al sistema decimal, además de buscar una sociedad más laica, eliminando las conmemoraciones y festividades religiosas. Conozcamos más al respecto.
Una nueva fecha para el comienzo de un nuevo año
Una peculiaridad que tenía este calendario era que el año no empezaba el 1 de enero (como en el actual calendario gregoriano), sino el 22 de septiembre. La razón de este cambio era para coincidir con el equinoccio de otoño. Estaba compuesto por 12 meses de 30 días agrupados según las cuatro estaciones del año. El poeta francés Fabre d’Églantine fue el artífice de los nombres de los meses, los cuales eran completamente diferentes a los que conocemos. Estos estaban basados en la naturaleza y la agricultura. Además, todos los meses de una misma estación compartían la misma terminación, lo que hacía más fácil saber a cuál pertenecían:
- Otoño: Vendimiario, Brumario y Frimario
- Invierno: Nivoso, Pluvioso y Ventoso
- Primavera: Germinal, Floreal y Pradial
- Verano: Mesidor, Termidor y Fructidor
Meses de 30 días y con 3 semanas
Según el nuevo calendario republicano francés, los meses tenían 30 días, además de organizarse en tres semanas de 10 días llamadas «décadas». Dichos días se llamaban simplemente primidi, duodi, tridi, quartidi, quintidi, sextidi, septidi, octidi, nonidi y décadi, desde el primero hasta el último, respectivamente.
Por otro lado, cada día estaba dedicado a una planta, a un animal, a un utensilio de trabajo o a un mineral, difiriendo bastante de estar dedicado a un santo como en el actual calendario gregoriano. Por ejemplo, el 7 de Vendimiario era el día Carotte, es decir, el día de la zanahoria; el 30 de Publioso era el día Traîneau, es decir, el día del trineo, y el 4 de Germinal, era el día Tulipe, es decir, el día del tulipán, por nombrar algunos.
Los días complementarios
Si eres una persona observadora y perspicaz, te habrás dado cuenta que con 12 meses de 30 días tenemos tan solo 360 días. Esto quiere decir que faltarían 5 para ajustar un año al ciclo solar (6 días en años bisiestos). Como solución a este problema, a finales de año (es decir, antes del actual 22 de septiembre), se propuso que esos 5 días restantes serían considerados fiestas nacionales. Dichos días eran: la Fiesta de la Virtud, la Fiesta del Talento, la Fiesta del Trabajo, la Fiesta de la Opinión, la Fiesta de las Recompensas y, para los años bisiestos, la Fiesta de la Revolución.
Todo suena muy bonito y correcto…¿o no?
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El fin del nuevo calendario republicano francés
El calendario fue implementado de manera oficial el 24 de octubre de 1793, pero se decidió que comenzase en 1792, un año antes, lo que se conoció como el Año 1 de la Revolución. Sin embargo, este apenas duró 14 años. Mucha gente se opuso a este nuevo sistema. Una de las razones del rechazo era que las semanas de 10 días no guardaban ninguna relación con los ciclos lunares, lo que era bastante útil para los agricultores.
Además, los obreros y trabajadores se quejaban de que con semanas de 10 días solo descansaban una jornada de cada 10, en vez de una jornada de cada 7. También era difícil entenderse con los no franceses, ya que este calendario solo regía en Francia y sus colonias. Y, como era de esperarse, el Papa y la Iglesia no veían con buenos ojos la cancelación de las fiestas religiosas.
Poco tiempo después de llegar al poder, el emperador Napoleón tomó la decisión de abolir este calendario. Dicho suceso tomó lugar la medianoche del 10 de Nivoso del año XIV, o lo que es lo mismo, el 31 de diciembre de 1805.
Francia quedaba aislada y era complicado sino!
Le calendrier de 1789 , 5 jours de fête en fin d'année : le pied ! Et tellement poétique : fructose, vendémiaire, ventôse, nivôse...
Oui, absolument!
Justamente estoy leyendo la biografía de Napoleón escrita por Alejandro Dumas. Es difícil ubicar el momento de cada acontecimiento cuando están mencionados según los meses del calendario republicano. Pero eso sí, los nombres son poéticos!
¡Totalmente! Es una historia fascinante. Merci d'avoir pris le temps de nous lire !
Mais bien sûr! Enchantée!