Monumentos franceses: la catedral de Notre Dame
La catedral de Notre Dame de París es una de las catedrales góticas más antiguas del planeta. Su nombre significa Nuestra Señora o Nuestra Dama y está dedicada a la Virgen María. La construcción de esta grandiosa estructura empezó en el año 1163, y desde entonces ha sido una importante referencia espiritual y cultural para el mundo entero. Su relevancia es tal que forma parte del catálogo de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Conozcamos más acerca de este maravilloso monumento francés. Allez les amis!
Catedral de Notre Dame: un poco de historia
Notre Dame está situada en la pequeña isla de la Cité, la cual está rodeada por las aguas del río Sena. La catedral comenzó a construirse durante el año 1163 y finalizó en el año 1345. Sin embargo, a través de toda su historia, ha sufrido innumerables cambios que responden a las necesidades de renovación, además de la evolución del gusto dominante. Todo esto ayudó a su consolidación como referente del estilo gótico, diferenciándose de la arquitectura romana que le precedió.
Características arquitectónicas de la catedral de Notre Dame
La catedral exhibe aún una dualidad de influencias: por un lado, tenemos las reminiscencias del románico normando, puesto en evidencia con su fuerte y compacta unidad. Por otro lado, se reconoce el aprovechamiento de las evoluciones arquitectónicas del estilo gótico. Esto hace que el edificio tenga ligereza, además de una aparente facilidad en la construcción vertical y en el soporte del gran peso de su estructura.
La planta de la estructura se encuentra delimitada por la formación en cruz latina orientada hacia Occidente, con un eje longitudinal bien demarcado, que no es perceptible desde el exterior. La cruz está «incrustada» en el edificio, envuelta por un doble deambulatorio, que circula por el coro en la cabecera y se prolonga paralelamente a la nave. Esto da como resultado que la disposición del espacio sea de cuatro naves laterales, formando una cruz.
Percepción espiritual
Notre Dame fue construida en medio muchas viviendas y calles estrechas, algo que difiere bastante con el espacio abierto que hoy la rodea. Cualquier persona común y corriente que se asomara a la puerta o a las ventanas de su casa antes del siglo XIX, sentiría de inmediato la grandiosidad de aquella mole repleta de símbolos, historias y leyendas.
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Es por ello que la característica más resaltante de esta magnífica obra es su monumentalidad y el poder simbólico en el que está envuelta. Cada espacio, cada recoveco de este edificio de estilo gótico era delicadamente cuidado y, aunque muchos de sus detalles no tuvieran más que una función ornamental, recibían la máxima atención de fieles que creían que Dios los estaba observando.
Para el cristianismo, es uno de los monumentos más importantes del mundo, además de ser uno de los centros de culto más notables hacia la virgen María. De allí a que su nombre sea Nuestra Dama en español. La decisión de hacer un edificio que elevara el culto mariano respondía a las necesidades de la época. Las cruzadas cristianas hicieron que la mujer estuviera cada vez más sola, lo que repercutió en que la espiritualidad fuese percibida de una manera diferente: la mujer como fuente de luz y fe renovada.
Relevancia cultural y turística
Tras sus más de 850 años de existencia, la catedral de Notre Dame de París ha persistido durante siglos como un espacio vivo. Sus funciones espirituales han permanecido intactas sin mayores altercados, además de recibir un promedio de 20 millones de visitantes cada año. Lamentablemente esto se ha visto afectado debido al desafortunado incendio del 15 de abril de 2019, que obligó al cese temporal de sus funciones por restauración debido al daño causado. También la pandemia del COVID-19 ha debilitado fuertemente esta atracción turística.
Sin embargo, la majestuosidad de la catedral de Notre Dame no irá a ningún lado. Aún es posible visitarla, admirarla a la distancia, en fotos, en vídeos, y para aquellos que han tenido la suerte de estar allí, recordarla en sus memorias. Francia es sin lugar a dudas un lugar mágico, y así está reflejado en su cultura y sus preciosos monumentos.
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